Decía el gran Gandalf;
"no es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante está perdida";
pues bien, he ido dándome a la vida errante por la basta realidad, ejerciendo mi derecho al trabajo y al ocio, y he olvidado actualizar el blog.
¡Deshonor!
Sin embargo, y a petición de varias personas (posiblemente mis seguidores más acérrimos y acosadores) vuelvo para hacer unos cuantos anuncios y, de ser posible, continuar con la realización de reseñas y otras cosas con el sello gabriellino.