Secciones

miércoles, 15 de octubre de 2014

Reseña: El Gran Pez

Título Original: Big Fish
Autor: Daniel Wallace
N. de Páginas: 183
Editorial: SIGLO XXI
ISBN: 9788432311512


Las historias son la esencia del ser humano, sin importar si son o no la versión real de los hechos.


Este libro llegó a mis manos de una manera rara. 

Acababa de ver la película homónima del versátil director Tim Burton, y no esperaba para nada chocar en los créditos con el nombre de Daniel Wallace. Google me ayudó a encontrarlo y decidí leerlo como una forma de descanso entre dos libros de sagas que leía de manera simultánea.
Pausé todo y me entregué a este, sin embargo, mis diversas ocupaciones mermaron mi tiempo de lectura y pudo completar mi cometido hace unos cuantos días.

William Bloom, el narrador, nos hace partícipes de manera muy ágil y entretenida de las aventuras que su padre, Edward, vivió a lo largo de sus muchos años sobre la tierra, y cada una de ellas es más peculiar que la anterior, llevando a su hijo a plantearse la posibilidad de que su padre nunca fue alguien que él conociera por completo.

No hay capítulos, tampoco so historias aisladas, sino que es un compendio de vivencias que cohesionan la incertidumbre y la satisfacción; Will desea saber qué inspiraba a su padre para que nada le afectase de una manera "normal". Hay una gran evolución de este personaje, puesto que la amargura y la frustración que empapaba el inicio de la historia se convierte luego en asombro casi fantasioso, finalizado como una visión metafórica y absurdamente genial sobre el recorrido del hombre por la vida.

Durante los últimos dos pasajes, evoqué varias emociones que percibí durante mi lectura de Un Monstruo viene a verme (cuya reseña está justo aquí) y creo entender el motivo: Esta clase de libro no es algo que se lee sin más y se almacena como un conjunto de líneas grapadas y punto. No. Es un relato que atrapa, envuelve gentilmente al lector, haciendo que flote entre memorias felices y realidades agridulces, todo de la mano de un personaje real, que no es un estereotipo y, obviamente, tampoco es el protagonista.

Wallace trabaja con la imaginación a diez mil por hora, sus analogías y la sensación de ir saltando de un cuento a otro pero siempre regresando al camino principal, es eso lo que hace que la dinámica de la lectura no sea tediosa. Un universo de cosas coloridas y chispeantes se sujeta a una tecla de máquina de escribir y forma una sinfonía fantástica encapsulada en este pequeño libro. 

Sin embargo, no puedo dejar de decir, muy apenada, que esperé más, y no culpo del todo a la historia, sino más bien a la película.
La adaptación de Burton es arrolladoramente atractiva, y, sin desmerecer el trabajo del autor, me atrevo a decir que pocas películas han superado a su origen literario como El Gran Pez lo hizo.

Tal vez por eso mi calificación en Goodreads fue 4/5. 

Burton acostumbra al lector a una clase de espectáculo que puede llegar a causar decepción una vez que se cae en cuenta de la existencia de un antecesor en forma de libro.

En fin, este es un cuento largo, recomendado únicamente para quienes disfruten de la mezcla de drama y elementos fantásticos, y solo para quienes estén dispuestos a seguir concienzudamente la variedad de guiños cómicos y sentimentales que trae consigo esta narración.



No hay comentarios:

Publicar un comentario