Autor: Jamie McGuire
Número de Páginas: 441
ISBN: 9788483654705
Editorial: SUMA
Fecha de publicación: 2013
Editorial: SUMA
Fecha de publicación: 2013
Para empezar os cuento mis motivaciones para leer esto.
La portada mola.
Cuando la vi por primera vez, me llevó a esperar una historia cargada de metafóricos encierros de la belleza y el amor, ya sea para preservarlo o encadenarlo.
También el nombre de Travis Maddox, mencionado a lo largo y ancho de varias páginas de Literatura Juvenil, me causaba curiosidad, sin mencionar las ocasiones en las que me topé con capturas del texto "maravilloso" del libro.
Me dije, bueno, que hay material de lectura, y lo empecé.
Lo terminé en dos días, leyendo de la manera más calmada posible, para evitar ansiedades y todo, además de que buscaba su esencia sentimental y me preguntaba al mismo tiempo por qué todo el fandom femenino en redes sociales está patéticamente enamorado del joven Maddox.
Después de 441 páginas he obtenido la respuesta.
98 de cada 100 mujeres adoran los clichés.
Soy consciente de que no puedo referirme a Literatura Romántica de una manera imparcial porque soy una lectora asidua de tal género, sin embargo, los clichés de cuento de hadas quedan relegados en muchas obras, tanto así que se llega a difuminar el romanticismo por la trama secundaria y el libro se cierra con un sentimiento de dicha porque fue bueno.
No hace falta llenar una historia de drama hueco y sexista para que venda.
Maravilloso Desastre se lleva el crédito de tener una autora cuyo manejo de la prosa es delicado y ligero, el problema radica en el enfoque de la historia.
Y es que no hay más historia que la dependencia emocional de un adolescente (sí, Travis es un adolescente todavía) y la inseguridad caprichosa e infundada de otra adolescente que camina para una adultez inestable.
Abby y Travis son de esas parejas que, cada vez que tienen escenas juntos, de lo que sea, me causan escalofríos.
Hay tanto que referir de la actitud patética y pueril de Travis que perdería el tiempo si lo escribiera. Y volviendo a los clichés, su vida entera conforman uno.
La madre muerta y la niñez trastornada por el sentimiento de pérdida, desembocando en una reticente actitud frente al compromiso y la tergiversación típica del sexo en búsqueda del amor verdadero y eterno, que llega y es confundido con una figura de lástima y asco que se transforma en la vía redentora y, luego de sudarla demasiado, obtiene su final feliz.
No sé ustedes, pero a mí me suena a Gabriel Emerson o a Christian Grey.
Y es aquí cuando hace su entrada Abby, un intento terrible de señorita buena con un pasado semi oscuro del que lleva tiempo huyendo, además de daños internos que le impiden tomar en serio a chicos como Travis.
En primera, su pasado no es para nada lo que me esperaba. De hecho no tiene nada de relevante en la historia, así que, en mi opinión, es un detalle que pudo muy bien ser obviado.
La relación de Travis y Abby fue perturbadora en la mayoría de los casos, salvo uno o dos momentos que consiguieron conmoverme.
Estudio Psicología, y ver a dos personas con una actitud tan autodestructiva queriendo formalizar una relación casi me causa una crisis de pánico.
Una codependencia emocional tan espantosa es digna de análisis.
Llegados a este punto me he puesto a pensar en la diferencia entre esta relación y la que tienen Gabriel y Julia en la saga Gabriel's Inferno, y me di cuenta de que el asunto se sanja con un hecho simple: Los Emerson tienen terapeutas individuales y un consejero de pareja.
Entiendo que el amor nubla el juicio, pero en este asunto ese argumento se estira tanto que resulta casi inverosímil.
El final entra en esa categoría. Me pareció acelerado y extremadamente forzado.
No diré que el libro no me entretuvo o que lo leí por obligación, porque sería mentirme a mí misma, pero tampoco puedo dedicarle sonetos de alabanza cuando ha sido una historia sin más contenido que la inseguridad que puede haber en una pareja y los riesgos que conlleva la falta de sinceridad por ambas partes.
Pienso que este libro debería ser conocido como "Maravilloso Cliché".
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