Reseña: Bajo la misma estrella

Título Original: The Fault In Our Stars
Autor: John Green
Número de Páginas: 304
Editorial: Nube de Tinta
ISBN: 9788415594017
Año de edición: 2012

No tenía pensado leer este libro por una situación personal, pero decidí leerlo por otra situación personal.

Y no me arrepiento.

Tal vez no haya hecho pompa de haber terminado de leerlo, pero quise mantenerme en perfil bajo para evitar expectativas falsas que luego me deshagan la ilusión de la lectura, pero considero que fue una decisión acertada.

Pude disfrutar del libro sin presiones, a mi ritmo y con  posibilidad de ir analizando cada aspecto de la historia y de la narrativa.

Empezando por lo general, John Green es de esos autores que crean expectativa porque sabe darle buenos nombres a sus libros.

Bajo la misma estrella es narrado desde la perspectiva de Hazel, una adolescente con cáncer, que, como es de esperarse, tiene una visión  cínica y depresiva de la vida por su enfermedad y el excesivo cuidado que tienen con ella porque representa un caso excepcional.

Esta jovencita acude a un grupo de apoyo, curiosamente religioso, para jóvenes que tienen o tuvieron cáncer de algún tipo, y un día conoce a Augustus Waters.

Allí da inicio un cortejo entre ambos, con frases llenas de ingenio y con un futuro difuso.

No es una historia de amor, es una historia sobre la trascendencia de una persona en la vida de otra.

Ningún romance tiene el camino lleno de rosas, y eso se manifiesta a medida que ellos dos se conocen.

Nadie les impide que vivan y se enamoren salvo las cosas que crecen dentro de su cuerpo, y eso se transmite en diálogos agridulces y episodios de miedo extremadamente humano.

Augustus resulta interesante de leer durante todo el libro, y Hazel llega a ser muy cerrada en ciertas ocasiones, pero su experiencia juntos crea esa clase de lazos que difícilmente llega a romperse.

Gus me brindó varios momentos de emotividad e identificación que me hacen guardarle respeto como personaje, y, Hazel demuestra un cambio bastante notorio a medida que avanzan en su relación.

El asunto sádico con Un Dolor Imperial me perturbó algunas veces, y nunca llegué a entender la relación de Hazel con sus estudios.

En general, pienso que es un libro bueno, no de lectura indispensable porque tenga alto contenido artístico, sino porque merece ser conocido por la línea humana.

En pocas páginas demuestra que el hombre es débil ante muchas cosas mientras vive, pero que a veces hace falta una situación borde para dar aquel impulso que hará cambios radicales, sea este impulso externo o interno, la cuestión es arriesgarse y vivir.

Emotivo y de lectura fácil es la obra cumbre de Green, que es tan popular entre los jóvenes actuales porque el romance y el dramatismo de dos adolescentes produce ese efecto, más aún si se conoce de antemano que no será un "y vivieron felices para siempre".

Como último dato, tiene varias frases dignas de ser escritas aparte y citarlas en ocasiones especiales.