Autor: J.R.R. Tolkien
Editorial: Minotauro
ISBN: 84-450-7037-1
Páginas: 324
Género: Fantasía
"En un agujero en el suelo, vivía un hobbit."
Solo bastaron unas cuantas palabras para enamorarme.
Cuando me dijeron que debía leer 'El Hobbit' como libro de diciembre para un club de Lectura al que pertenecía, durante el año anterior, me dije que sería espectacular.
Y no me equivocaba.
Es un cuento, largo si lo vemos desde el punto de vista técnico, sin embargo, logra acaparar la atención del lector desde el principio.
La edición que yo tuve el placer de leer era la ilustrada por el célebre Alan Lee, y admito que sus dibujos me provocaron una emoción que está más allá de la palabra.
Bilbo Bolsón es un hobbit, criaturas más pequeñas que un enano, pero que viven apaciblemente en un lugar precioso y modesto de la Tierra Media; Los hobbits son la clase de seres que prefiere sentarse a comer (sus seis comidas al día) que "compartir una aventura" con algún viajero que ose pasar por sus tierras.
Este era el caso de Bilbo, quien recibe en su portal a Gandalf, un mago sabio que le invita a unirse a él en un largo viaje que le espera. Nuestro hobbit se niega pero durante esa noche acuden a su humilde casita trece enanos, proponiéndole un trabajo que les llevará a través de valles, bosques y montañas, en busca de un tesoro y el retorno del rey enano a su palacio Erebor.
Así contado podría considerarse más una historia de travesía que un cuento pero es que Bilbo es un personaje que da la talla para convertirse en el protagonista de esta historia, que va creciendo y dando pie a inmensas reflexiones sobre la avaricia, la perseverancia y el potencial desconocido que se mantiene en el fondo de nuestros corazones.
No es una fábula, no hay una moraleja de por medio, sino más bien es una narración extendida de las aventuras de un hobbit, que regresaría a su hogar con la visión renovada de lo que desea en su vida, además de unos cuantos tesoros, entre los que podremos contar un misterioso anillo que llegó a sus manos como por arte de magia.
El estilo de Tolkien en este libro es atractivo en demasía, con diálogos pintorescos, paisajes que erizarían la piel de cualquiera y pasajes poéticos (o canciones) memorables, sin hacer un mayor esfuerzo.
Sin duda alguna, un cuento que nace del hastío durante la calificación de un examen no sería catalogado como uno futuro éxito literario, pero la maestría de su autor y la solidez del Universo mitológico que hubo creado para sustentarlo, hicieron que 'El Hobbit' se venda solo.
Este es un libro que se lee en un par de días, sumamente atractivo, con estructuras gramaticales medias que hacen la lectura más llevadera. Quienes lo disfruten al punto en que yo lo hice necesitarán más, lo que los guiará a la Trilogía 'El Señor de los Anillos', la más icónica de las obras de este profesor de Oxford, soldado de guerra y, sobretodo, extraordinario escritor.
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