Autor: J.D. Salinger
Número de Páginas: 272
ISBN: 9788420660851
Editorial: Alianza Editorial
Año de publicación: 1951 (Primera Edición).
Este es uno de los libros que más desasosiego me ha causado.
El Guardián entre el Centeno es claramente un hito dentro de la cultura moderna debido a una sola cosa:
Es frontal.
Narrada desde la perspectiva de un joven de 16 años, Holden Cauldfield, esta obra contiene elementos tan diversos que es imposible catalogarla dentro de un género único.
A primera vista parecería un diario triste y patético de un muchacho que no tiene nada mejor que hacer que divagar mentalmente como un mecanismo de defensa ante la ineptitud que se suscita en la realidad.
La idea de perderse del mundo en un monólogo interno de preguntas sin respuesta alguna puede resultar fascinante al momento de evadir una situación violenta en nuestra vida, y es de lo que va el libro.
El autor tiene un don magistral para las descripciones y los personajes cobran vida desde que empiezan a ser leídos.
Tiene un aire cínico y de hastío, y hasta podría considerarse una visión satírica de la constante búsqueda de la verdad por la que tanto se afana el hombre diariamente.
Entramos en la cabeza de un adolescente que de manera bastante probable, tiene un desorden de personalidad y episodios recurrentes de depresión, cosa que es novedosa, especialmente si se contextualiza al libro en la época en la que fue escrito.
Maneja temas como el sexo y la ambición de manera precisa, esbozando personalidades huecas y desgastado sentido moral en los personajes con los que se va encontrando Holden, al mismo tiempo que nos adentra en sus prioridades emocionales, como lo son dos mujeres muy cercanas a él, siendo una de ellas quien marcará el desenlace de este relato largo de los pensamientos de un chico jugando a ser hombre.
Está de más decir que el misticismo que envuelve al autor y a esta obra en particular juega un papel preponderante en el nivel de fama que posee, a pesar de contener una narrativa particularmente buena y un argumento innovador para su época.
Concedo la majestuosidad de la forma narrativa y la facilidad del autor para relatar pensamientos adolescentes, intrincados e inconexos y mostrar sin tapaderas la naturaleza egoísta y sobrada del ser.
Además de que hay muchas frases que resumen con precisión los consejos de toda la vida que recibimos cuando estamos a un paso de convertirnos en adultos.
Citas muy acertadas.
Sin embargo, no es un libro que yo tomaría como preferencia, puesto que por muy asombroso que sea su contenido, me resulta bastante oscuro y denso para lo que usualmente leo.
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